domingo, 23 de enero de 2011

LA RIBERA

texto en concurso N° 6

El Negro llevaba al hombro su diaria recogida de leños blanquecimos, de esos escupidos por el Mapocho sobre los pedregales estériles de la vega. Era temprano aún, a esa hora en que los demás niños de su edad pasaban junto al puente de camino a las escuelitas carrascalinas, por este lado del barrio riberano.

Fue entonces cuando descubrió al Pulga y al Pollito casi arrodillados en la orilla misma, unos cuantos metros por allá, en el lado de los arenales. Era fácil reconocerlos, pues siempre andaban juntos, como dos criaturas disímiles en un contrato simbiótico: el primero, con su cabeza negra de pelo corto y chuzo; y el segundo con sus cabellos rubios y lacios, envidia de cualquier altanero con presunciones de ancestros europeos. Aunque eran inquietos y siempre activos, ahora parecían sumamente atentos a algo allí en el borde, permaneciendo agachados alrededor del misterioso objeto de sus distracciones.

Tentado también por el gusanito de la curiosidad, el muchacho marchó hasta donde estaban sus amigos, vecinos de las miserias ribereñas. Cuando comenzó a distinguir algo como una figura humana frente a ellos, con toda seguridad lo que les tenía cautivados, el Negro soltó su carga de leña y partió raudo, haciendo sonar las gastadas zapatillas sobre piedras sueltas y cantos redondeados por siglos de erosión.

Al llegar hasta ellos, ninguno se volteó. No es necesario, pues sabían que era él. Y allí estaba el cuerpo del infeliz, medio flotando sobre las turbias aguas del Mapocho y con el pecho encallado sobre las rocas y el banco de arenas. El Pulga, siempre en cuclillas, intentaba moverle la mano con un palo seco. No lo conseguía, pues el rigor mortis era más resistente que su precaria herramienta.

- ¿Le buscai algún reloj? –le preguntó el Negro, sorprendido aún con la escena.

- Puede ser… ¿te atrevís a tocarlo? Nos vamos fifty-fifty.

- ¿“Fifty-fifty”? ¡Qué estai diciendo, hueón, si seríamos tres poh! Además, ¿cómo no cachai que si tenía reloj, ya se le echó a perder con el agua?

El Pulga y el Pollito se miraron con cara de cómplices, sintiéndose realmente tontos tras el comentario del Negro… Tenía razón. Resignado, el primero arrojó la rama al caudal y se sentó en el suelo húmedo, devolviendo la mirada al cadáver. El Pollito en cambio, perdido en su propia órbita, dio un largo bostezo, señal inequívoca de que estos dos habían estado otra vez en alguna de sus frecuentes correrías nocturnas.

- ¿Tendrá zapatos? –preguntó el Pollito echando para atrás su pequeña e infantil chasquilla dorada- Esos sí podríamos venderlos.

- Nunca quedan con zapatos –respondió el Negro mientras se sentaba a su lado, también mirando al finado que yacía con la cara sumergida en el agua-. Siempre se los gana el río primero.

Pero el Pulga no parecía convencido. Los pies del muerto estaban bajo el agua suficientemente turbia para no ver nada de ellos más bajo las pantorrillas. Se inclinó tratando de distinguir algo al final de esas piernas cortas, apenas cubiertas por un pantalón desgarrado, pero no lo consiguió. Miró repetidamente, y casi acercó sus manos sobre el cuerpo, pero los escrúpulos resultaron más fuertes que sus ambiciones.

Al ver tanta porfía, el Negro volvió a ponerse de pie y, sin señal alguna de repulsión, se metió con zapatillas y todo al agua, tomó una de las piernas del regordete muerto y con gran dificultad la levantó, sacando afuera el extremo: un pie desnudo, pequeño y ancho, de uñas sucias y gruesas.

- ¿Me creís ahora? –espetó con algo de ofuscación-. Entiende, gil: no tiene zapatos, no tiene billetera, no tiene joyas, ni anillos, ni cadenas… ¡no tiene ninguna hueá! ¡nada!

Es ahora el Pollito el que parecía intrigado. Se acercó gateando sin incomodarse por mojar sus rodillas y manos en el borde del río. Miró con detención al muerto, casi como si esperara una última señal de vida de su parte… Pero nada sucedió. Estaba helado, hinchado y tieso como una tabla.

- Bueno, es un fiambre no más, no un tesoro –le dijo el Pulga al Negro. ¿Y sabís siquiera de qué se hueá murió? ¿Se habrá tirado solo este también?

El interrogado cambió su expresión. Todavía sosteniendo el pie frío en sus jóvenes manos, llenas de pequeñas heridas y raspones, permaneció en silencio un rato, como si meditara una respuesta. Entonces, de súbito comenzó a voltear al cadáver, usando todas sus fuerzas de preadolescente. Al verlo complicado, por fin los otros dos se animaron y participaron del intento. El Pulga fue el último en incorporarse.

El cadáver cayó sobre su propia espada salpicando agua inmunda en todos los sentidos. Se reveló ante ellos, entonces, una cara horrible, inflamada, con los ojos abiertos y turbios. Un hombre mayor, de unos 60 años; labios gruesos y barbas canosas. Entre éstas y el cuello de la camisa, la garganta estaba abierta brutalmente, de lado a lado. La tráquea y ambas arterias habían sido pasadas por el filo de la hoja, y el agua había lavado el corte hasta dejarlo casi blanco, como un jamón a medio rebanar.

Se quedaron contemplando ese rostro y esa horrible cortada por un largo minuto.

- ¿Se lo merecía o no? –preguntó el Pulga, aún sin sacarle de encima los ojos.

- Sí –respondió muy convencido el Negro, apretando los puños-. Lo recuerdo... Seguro que fue en el Pío Nono. Se lo había ganado hace rato… Por viejo culiao degenerao.

Acto seguido, le dio un fuerte puntapié a las costillas del muerto; tan fuerte que lo desencalló de su anclaje de rocas y comenzó a llevárselo la corriente, río abajo; primero lentamente, luego con fuerza.

Una lágrima de ira tibia cayó por la mejilla del rapaz, y entonces salió del agua apresurándose por ocultarla, para ir a buscar sus maderos dejando atrás este sitio. Y el Pollito, siempre inocente y abstraído de todo contexto, recogió una de las piedras y la arrojó de pura travesura contra el muerto arrastrado por las aguas… Pero ya estaba lejos, y el guijarro ni siquiera cayó cerca de ese bote cadavérico, flotando con los brazos abiertos y la mirada congelada en dirección al cielo infinito que jamás sería suyo.

- ¿Y tú, querís dormir o vamos a machetear un rato al mercado, mejor? –le consulta el Pulga.

- Vamos, poh ¡Alcancemos al Negro!

miércoles, 19 de enero de 2011

RESULTADOS CONCURSO LITERARIO MANUEL ROJAS

El resultado de nuestro certamen se dará a conocer, de manera pública, mañana jueves a las 18 hrs en el Festival del Barrio Yungay, plaza del roto chileno.

En esa instancia se invitará a los ganadores que estén presentes a recibir sus diplomas y premios (consistentes en libros dondados por editoriales como LOM, Cuarto Propio, La Calabaza del Diablo, y otras más), y a leer sus obras.

El jurado integrado por JACINTO BUSTOS, PABLO PAREDES y FRANCISCO MIRANDA ha dictaminado lo siguiente:


CATEGORÍA POESÍA EL VASO DE LECHE (menores de 25 años)
ganador: conjunto de poemas n° 35. "el fuego del chico chino". por Juan Carlos Juan. 24 años, residente en guernica 4560, estación central.


CATEGORÍA CUENTOS EL VASO DE LECHE (menores de 25 años)
se declara desierto, sin ganador


CATEGORÍA POESÍA MEJOR QUE EL VINO (mayores de 25 años)
no hay ganador, no hubo acuerdo entre los integrantes del jurado, el premio se reparte entre 3 menciones honrosas:
- poemas n° 45, "pequeña reseña de la loca y yo", Carlos Sparza, 42 años, residente en Raulí # 570.
- poemas n°3 “Odas y Sueños de Cabezas Negras” , de Ernesto Vásquez. 45 años. residente enPedro Montt Nº1606.
- y poemas n°10: poemas Homo lumpen y Nuestro Trabajo. de César Puentes. 29 años, residente en Antonia López de Bello 165.


CATEGORÍA CUENTO MEJOR QUE EL VINO (mayores de 25 años)
ganador:
cuento n° 6 "La ribera" de Cristian Salazar Naudón, 39 años, residente en Enrique Olivares 664


Felicitaciones!

Mañana comenzaremos a subir los cuentos y poemas a nuestro blog.
Nos vemos en la entrega de premios.

sábado, 15 de enero de 2011

RESULTADOS DEL 1er CONCURSO LITERARIO MANUEL ROJAS

El jurado de nuestro certamen ha sido conformado por
  • el poeta y dramaturgo Pablo Paredes
  • el escritor y profesor Francisco Miranda
  • y el historiador y periodista Jacinto Bustos, miembro fundador del Centro Cultural Manuel Rojas
Se recibieron 48 obras en total.
Para garantizar la transparencia, el jurado recibió las obras sin que se identificara a cada autor, es decir que sólo accedió a los textos, rotulados con un número del 1 al 48.
El jurado puede si lo estima, declarar desierta una categoría o más.
El fallo del jurado se dará a conocer el miércoles 19, en el Festival del Barrio Yungay, plaza del roto chileno. Ese día también subiremos a este blog la totalidad de las obras que concursaron.

gracias a todos por participar y felicitaciones.
nos vemos en el Festival del Roto Chileno.

miércoles, 5 de enero de 2011

IMPORTANTE MODIFICACIÓN

En atención a las muchas solicitudes planteadas por varios ciudadanos con interés en participar, haremos una modificación a las bases de este concurso:

- queríamos restringirlo solo a habitantes de la comuna de Santiago, por 2 razones:

1.- porque el concurso surgió al calor del FESTIVAL DEL BARRIO YUNGAY

y 2.- porque como los plazos son super cortos, pensamos que era mejor acotar y así no correr el riesgo de tener que pedirle al jurado que lea 300 cuentos y poemas para evaluar y premiar

pero hemos recibido de todos modos mucha gente que quiere participar y no es de la comuna de Stgo. así que el Concurso se abre a todos los habitantes de la región metropolitana.

gracias por la comprensión.
agradecemos difundir.

martes, 28 de diciembre de 2010

Bases del 1er Concurso Literario Manuel Rojas

Presentación

Esta iniciativa del Centro Cultural Manuel Rojas se enmarca en la ya tradicional celebración del Festival del Roto chileno, del Barrio Yungay. Está destinada a todos los habitantes de la REGION METROPOLITANA que compartan el cariño por la vida de barrio, que deseen y promuevan una forma de habitar la ciudad más humana y solidaria, y que compartan el ánimo de trabajar por ello, desde las organizaciones barriales, desde la educación popular, desde el rescate de la memoria y el patrimonio, o desde la creación artística, la literatura social, la conciencia crítica.


Bases

1. Pueden participar todas las personas que vivan dentro de la REGIÓN METROPOLITANA, acreditándolo a través de la entrega de los siguientes datos: teléfono fijo y domicilio.

2. Las obras participantes deberán totalmente inéditas, no habiendo sido dadas a conocer ni a través del papel ni a través de soportes digitales o audiovisuales.

3. Cada participante podrá participar en sólo una de las categorías (cuento o poesía), las que se denominarán, según la edad del participante, de la siguiente manera:

“Mejor que el vino” – categoría adultos (+ de 25 años)
poesía
cuento

“El vaso de leche” – categoría jóvenes (- de 25 años)
poesía
cuento

4. Los concursantes en CATEGORÍA POESÍA deberán entregar un poema o conjunto de poemas de máximo 5 páginas, en hoja tamaño carta, letra Times New Roman tamaño 12, a doble espacio.

5. Los concursantes en CATEGORÍA CUENTO deberán presentar un relato de máximo 3 páginas, en hoja tamaño carta, letra Times New Roman tamaño 12, a doble espacio.

6. El plazo para recibir obras cierra el VIERNES 14 de Enero del 2011, a las 19:00 hrs. No se recibirán proyectos fuera de plazo.

7. Los postulantes deben enviar sus obras por email (al correo centroculturalmanuelrojas@gmail.com), siguiendo el siguiente formato:

- Asunto: 1er CONCURSO LITERARIO MANUEL ROJAS
- Mensaje:
a. Categoría (indicar si participa en cuento o en poesía y si tiene + o – de 25 años)
b. Indicar el nombre de la obra
- Adjunto: la obra que presenta al concurso
- Adjunto 2: en archivo Word separado, poner los siguientes datos: nombre, RUT, edad, dirección y teléfono.

8. Se premiará 1 autor por categoría.

9. El premio consistirá en la entrega de diplomas además de un baúl de libros para cada premiado.

10. Las obras y autores premiados se darán a conocer en el evento a realizarse el 19 y 20 de enero, en el marco de la Celebración del Festival del Barrio Yungay, en la plaza del roto chileno.

11. Todas las obra en concurso serán publicadas en este mismo blog
http://www.palabrasdelrotochileno.blogspot.com/